La pandemia de la COVID-19 no ha pasado y continúa propagándose entre los distintos grupos etarios, no solo entre los adultos mayores. Debemos ralentizar el contagio. Para ello, es fundamental usar protectores faciales (tapabocas) para proteger a nuestras familias.
A principios de junio, Cathedral City había registrado 165 casos confirmados de coronavirus. A fines de junio, esta cifra ascendió a 618, lo que representa un aumento del 275 por ciento. Bastaron solo 30 días en junio para prácticamente triplicar la totalidad de casos que se registraron durante los meses de marzo, abril y mayo.
El coronavirus de la COVID-19 se transmite a través de las gotas que salen despedidas de una persona infectada cuando esta habla, canta, tose y/o estornuda. Estas gotas llegan a otras personas que las respiran y pueden terminar infectadas. También se contagia por tocar las gotas infectadas que quedan en las superficies y los teléfonos inteligentes cuando, por ejemplo, estos últimos tocan el rostro.
Nuestra única herramienta de prevención es el comportamiento. No hay vacuna contra el coronavirus, ni tampoco ningún tratamiento de eficacia comprobada en este momento. Para evitar que las gotas se esparzan, la mejor defensa es usar tapabocas, ya que con él se evita que la persona que habla, canta, tose o estornuda libere gotas al aire. Otra práctica referida al comportamiento es el distanciamiento social de las personas que no pertenecen al hogar al menos seis pies para evitar que las gotas pequeñitas que salen despedidas lleguen a ustedes. También hay que evitar darse la mano y tocar elementos de uso común. Además, no deben tocarse el rostro, ya que el Coronavirus puede infectarlos a través del contacto con los ojos, la nariz y la boca. Se recomienda lavarse las manos con frecuencia durante el día, especialmente antes de comer o beber.
Hasta que no haya una vacuna disponible para todos, debemos tomar medidas para proteger a nuestras familias.